Casas Rurales de Gama y Las Tuerces
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Cerca de Gama podemos encontrar infinidad de lugares que pueden atraer la atención del visitantes. Aquí tienes algunos de ellos:

San Andrés de Arroyo.- En la carretera que une la localidad de Alar del Rey con Cervera de Pisuerga, en el valle de la Ojeda, nos encontramos el monasterio de San Andrés de Arroyo, joya del Románico Cisterciense. Lo más llamativo del monasterio es su magnífico claustro, uno de los más interesantes del tardorrománico español.

Ermita Rupestre de Olleros de Pisuerga.- Cerca de Aguilar de Campoo está situado Olleros de Pisuerga, donde podemos visitar la Ermita Rupestre de los Santos Justo y Pastor. Es uno de los mejores conjuntos de eremitismo rupestre de la península. El conjunto está formado por la ermita, dos lauras asentándose sobre una de ellas una torre del siglo XVII en piedra de sillería y una necrópolis de tumbas antropomorfas.

Ermita Rupestre de San Pelayo en Villacibio.- Cerca de Olleros de Pisuerga y Mave, está situada esta ermita que se puede visitar aprovechando para hacer senderismo por las Tuerces siguiendo la "ruta azul".

Fontibre, el nacimiento del Ebro.- Desde Reinosa, tomando la carretera que nos lleva a Alto Campoo, nos encontramos con la población de Fontibre, famosa por estar allí el nacimiento del río Ebro. En el lugar, que está perfectamente acondicionado con un aparcamiento y zonas de recreo y descanso, tomamos un camino de descenso muy corto que nos lleva a la fuente donde nace el río con un gran caudal. Allí podemos ver un pequeño monumento a la Virgen del Pilar.

Estación de esquí del Alto Campoo.- Para los amantes de la montaña y los deportes de nieve, a 40 kilómetros de Aguilar de Campoo, entre una altitud de 1.650 y 2175 metros, se encuentra la estación de esquí del Alto Campoo. Con 19 kilómetros esquiables asistidos por 13 remontes, esta estación es una de las más importantes de la Cordillera Cantábrica. Está rodeada de algunas de las cimas más altas de la zona, como el Cuchillón, Cordela, Las Hoyas o Tres Mares. Este último llamado así por verse desde su cima, a la que se puede llegar en telesilla, los nacimientos de tres ríos que desembocan en los tres mares de la Península Ibérica: el Nansa en el Cantábrico, el Pisuerga en el Atlántico y el Ebro en el Mediterráneo.

Poblado Cántabro de Argüeso.- Sin abandonar la zona, en la carretera que une Reinosa a Brañavieja nos encontamos la recreación de un poblado cántabro de la Edad del Hierro, construido con los datos obtenidos en excavaciones como las de Monte Cildá, Monte Bernorio, Castro de los Baraones.

Julióbriga.- Desde la cercana localidad cántabra de Reinosa, siguiendo las indicaciones, se accede a esta antigua ciudad romana en la que podemos visitar sus ruinas y disfrutar de la recreación de la domus en la casa-museo.

Necrópolis rupestre de Corvio.- En la carretera que une Aguilar de Campoo con Cervera de Pisuerga, encontramos una desviación a Corvio. Desde el cruce tenemos indicaciones hasta la necrópolis de Santiuste, que está a unos 500 metros del pueblo. La forman varias tumbas excavadas en la roca, de forma antropomórfica, y orientadas hacia Tierra Santa, como era costumbre entre los siglos VIII al XI.

Castro de los Baraones.- Localizado entre Valdegama y Fuencaliente este castro fue excavado hace años. Sólo se conserva un muro de piedra y su situación estratégica al estar situado en un alto, hace que no sea fácil de localizar, aunque es visible desde la carretera que une estas dos poblaciones. Según los estudios de Magdalena Barril en este castro existieron hasta siete construcciones de planta circular de grandes dimensiones, lo que hace pensar en un asentamiento continuo de gran importancia.

Castro de Monte Cildá.- Importante y estratégico poblado indígena, ocupado por los romanos a partir de las guerras cántabras en el 26-26 a.C., se siguió utilizando en el siglo I de nuestra era. Posteriormente sus habitantes se trasladaron al llano, a Santa María de Mave, pero en el siglo IV d.C. volvieron a ocupar Monte Cildá. Debido a la inestabilidad imperante, en el siglo V d.C. se rodeó de murallas, reutilizándose en su construcción numerosas estelas funerarias del poblado del valle. Los visigodos lo incorporaron a su territorio en el año 574 d.C. en el reinado de Leovigildo, manteniéndose su poblamiento hasta su abandono en el siglo XII. (Texto íntegro del cartel informativo de la Junta de Castilla y León).

Villa Romana de La Olmeda.- Al lado de Saldaña en el término municipal de Pedrosa de la Vega, en una zona de cultivo donde tropezaba el arado, se descubre en el año 1968 lo que luego se ha llamado La Olmeda. Se trata de una villa rústica romana del siglo IV de la que se conservan su palacio central, sus termas y tres necrópolis que datan desde la Edad de Hierro y el bajo Imperio Romano hasta la época Medieval. En estos enterramientos se ha encontrado un valiosísimo "ajuar funerario": objetos de diferentes épocas como monedas, vidrios, collares, bronces, sílex, depositados todos ellos en el Museo Arqueológico de la Saldaña.
Lo más atractivo de esta villa son la serie de mosaicos que cubren la mayor parte de las habitaciones formados por minúsculas teselas, de gran calidad, que han hecho considerar a la comunidad científica internacional que se trata de los mosaicos policromados más grandes y mejor conservados del mundo romano conocido.

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